Hendidura cósmica

31 enero 2007

Espera

Cuando colgó el teléfono, cayó hasta el fondo de la celda, ahí de bruces sobre el piso húmedo y el frío trepándole por las carnes hasta meterse dentro de los huesos, la esperó.
Él sabía que vendría, que no lo dejaría ahí. No pasó mucho tiempo antes de que abrieran la escotilla donde caen los insectos, los reptiles y los hambrientos perros que lo mordisquean, todos eran fantasmas, creaciones retorcidas del subconsciente, insólitas apariciones ancestrales.
De a poco se iban comiendo su armadura hasta dejarlo desnudo, vulnerable, aplastado.
La espera era eterna pero sabía que ella vendría, iluminandolo todo, con la paz a cuestas en una bolsa de tela. Corría a la ventana cada que se detenía un auto, cada que se escuchaba una voz perdida en la acera, saltaba cada que sonaba nuevamente el teléfono.

La maldita fiebre desataba esta condición, no eran medicamentos lo que él necesitaba, es solo que de cuando en cuando, la tierra hace una brevísima pausa y abre sus entrañas para tragarlo hasta el fondo, es entonces cuando lo atrapa el titán. Y ella tiene el remedio en el fondo de sus ojos, la llave para liberarlo escondida en su pecho.

Pero ella nunca llegó.
posted by Jorge Luis at 10:30 p.m.

3 Comments:

Tengo que decirte "sólo tú tienes esa llave", nadie debe ser dueño de la felicidad ajena, aunque te ofrezco una disculpa, no sabía la importancia que le habías otorgado a dicha presencia.

10:57 p.m.  

Eres único, tu forma de escribir inigualable.

11:21 p.m.  

Sabes hacer una simbiosis con la fantasía-escritura-realidad...

11:39 p.m.  

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