Hendidura cósmica

07 noviembre 2007

día de muertos

Cuando era adolescente cometí un error que me llenaba de angustia el día de muertos. Nunca me dio miedo esa celebración de hecho de niño gustaba de visitar las ofrendas, los templos siempre se llenaban de esa misteriosa aura y fascinación que es la muerte. El olor a copal, el rumor de la gente, arrastrando silencio, las flores, los cementerios y sus recuerdos.
Esa angustia y culpabilidad infundadas convirtieron esa celebración en un turbio atole de sentimientos, durante muchos años.

Este día de muertos conocí mis huesos, y murió la esperanza. El destino me juega bromas de ese calibre, un accidente en un taxi me llevó a conocer, (en radiografía) los huesos de mi cuello, clavículas y mandíbula. ¡Me encantaron!. También ese mismo día murió la esperanza de seguir compartiendo la vida con la persona más extraordinaria que he conocido.

El próximo año, le pondré una ofrenda a la esperanza.
posted by Jorge Luis at 1:26 a.m.

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