Hendidura cósmica
24 agosto 2014
Lluvia incesante.
Recuerdo esas tardes larguísimas en las que veíamos desde la
ventana correr el agua por la calle. Casi inmóviles, hipnotizados por el transcurrir
de la lluvia incesante, recuerdo esa sensación de hogar y cobijo al estar a tu
lado en esa ventana.
Gracias por enseñarme las cosas más elementales, las que
sirven para siempre. Gracias por tu amor y por aprender junto conmigo este
andar por la vida, a veces a saltos, a veces despacio. Gracias por traerme al
mundo con tus propias entrañas.
Me quedo con tu legado, ese que me ha hecho el hombre que
soy. Me quedo con tus cuidados y mimos, tu dedicación y el abrazo oportuno, me
quedo con nuestras conversaciones trascendentales.
Hoy pido que estés en la gloria divina que siempre buscaste,
contemplando el rosto de Dios. Hoy pido que te inunde la paz.
Ya no podré dejar de pensarte en las tardes de lluvia, como
esa tarde de agosto en que el agua inundó tu cuerpo y se llevó tu alma.
Hasta siempre mami, hasta siempre Lupita.
posted by Jorge Luis at 1:55 a.m.
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