Hendidura cósmica

28 junio 2006

Oblación

De nuevo llegas a mi vida a revolverlo todo, a transformarlo todo. Llegas a mi vida después de que de verdad te creía perdida. Hemos pasado demasiadas cosas y ahora somos diferentes, hemos pasado tanto dolor que nos han cambiado ciertos esquemas vitales. Yo me metí en un caparazón duro y espinoso, que cuando volviste y te acercabas te hacia daño. Y aunque no lo creas a mí también me hacía daño.

Este espacio es parte de ese caparazón, si, aquí soy como quiero ser, aparento lo que quiero y me muestro lo que me conviene. Es mi refugio.

Es la parte de adentro de mi caparazón espinoso.

Hoy te lo quiero ofrecer como una oblación, tómalo, sabes bien todo lo que significa. Quiero salir de esta coraza y mostrarte mi alma con toda su carne expuesta, carne como la de un caracol, sensible vulnerable. Y romper todas esas barreras que puse entre tu alma y la mia. Todo por una sola razón: te amo.

Sé que es una locura, mas de uno pensara que soy estúpido, después de todo, pero soy libre y tu lo sabes. Así libremente quiero salvar estas distancias que existen entre nosotros, ir demoliendo esa pirámide que te puse encima, creo que ya he llegado a las últimas piedras. Todos los días, Ruth te juro que todos los días luché en mi cabeza y en mi corazón para perdonarte, para sacar esta rabia que me tenia loco. Hoy creo que se ha terminado.

Somos diferentes ahora. Siempre me persiguió el fantasma de que te fueras con él y lo intentaste, y solo te quedo dolor y ami una ira verde, pero descubriste que ahora tienes una certeza. Me amas. Y yo ahora tengo la misma certeza, después de que te he perdonado. Ahora te pido me perdones todo a mí.

Tengo muchos defectos, algunas virtudes y muchas características. Pero definitivamente no tengo una: no soy instantáneo. Si no, sería una sopa maruchan.

Sigo enamorado de tu risa que ilumina, de tus neuronas en bicicleta, de tus manías, de tu nobleza, de tu impaciencia, de tus libros, de tu ímpetu, de tu curiosidad desmedida, de tu visión poco ortodoxa de las cosas, hasta de tus miedos. Todavía me late el corazón muy rápido y me sudan las manos cuando te veo. Como aquella vez en aquella terraza, Dalí de fondo, vino en mano y la brisa tocando nuestros labios. Eres la persona mas maravillosa que he conocido. Ya no tengamos miedo Ruth, el miedo mata al amor. Yo me entrego, te entrego todo, quiero jugar todas las fichas en esta ruleta, se que puedo perder, pero quiero arriesgarlo. He llegado al final del camino de regreso hacia ti.

Este espacio nació por ti y muere por ti. Quiero vivir la vida contigo. Aún nos queda mucha cuerda, aún nos faltan muchos espaguetis que preparar, muchas cámaras estenopéicas que construir, muchos libros por robar, muchos lugares a donde viajar.

Mucho que aprender.

Mucho que crecer.

Ahora sabemos que no nos podemos atar, no podemos volar atados. Quiero volar contigo, quiero que vueles, tomados de la mano.

Volemos.

posted by Jorge Luis at 12:51 a.m.

<< Home